El pique al momento de pescar
Una instancia trascendental a la hora de pescar es el ansiado momento del pique del pez. Todo el gasto que hayamos realizado en nuestro equipo, el tiempo y toda la teoría que hemos aprendido toma relevancia al momento cuando pica un pez. Por esta razón es importante saber cómo reaccionar cuando un pez se encuentra al otro extremo de nuestra línea.
Usualmente, cuándo comencemos a lanzar nuestro cebo o señuelo lentamente nos iremos concentrando, hasta llegar a un estado de meditación según algunos pescadores, que nos permite percibir mediante la línea las corrientes, turbulencias y otros elementos que se encuentran en el río o en el mar dónde nos encontremos pescando. Es muy típico al ser un niño introduciéndose en el mundo de la pesca consultar reiteradamente al adulto que estamos acompañando si ese movimiento que estamos percibiendo mediante la línea es o no un pez que nos está picando. En mi experiencia personal, mi abuelo con algo de hastío siempre me contestaba cuando te pique un pez lo vas a saber. Hoy entiendo que mi abuelo me lo señalaba de esa forma ya que desde la primera vez que logremos pescar entenderemos que el pique de un pez es algo inconfundible, incluso cuando estamos pescando en el mar con una marea fuerte y cerca de roqueríos. Estaremos muy concentrados con la línea en el agua e inesperadamente sentiremos 3 tirones cortos firmes y secos, y nuestra reacción natural nos hará tirar de la caña hacia atrás para lograr enganchar al pez, para posteriormente comenzar a recoger nuestra línea, que se encontrará pesada. Es muy importante que para esta instancia tengamos calibrado el embrague de nuestro carrete, sobre todo si donde estamos pescando podemos capturar especies de gran tamaño. El embrague de nuestro carrete se debe calibrar a un punto en que logre que antes de que el pez pueda ejercer una fuerza que vaya a cortar nuestra línea, el carrete reaccione cediendo algo de línea, por lo el pez podrá avanzar en el sentido que pretende, pero será con un enorme gasto de energía que lo agotará. Esto cobra mucho sentido con especies de peces como la corvina, y el uso correcto del embrague también nos permite pescar con líneas más delgadas, con todas las ventajas que esto tiene.
Recuerdo una discusión que tuve con un amigo argentino mientras estábamos pescando, sobre sí el pez se enganchaba sólo al anzuelo, o era el tirón oportuno y certero lo que enganchaba definitivamente al pez. Mi postura era la segunda, y la discusión alcanzó ribetes filosóficos, e incluso nos terminamos cuestionando la amistad. Su argumento era que el pez al momento de mascar nuestro cebo o señuelo lo hace con violencia y a distancia y y lo percibíamos mediante un nylon qué tiene una elasticidad determinada (en aquella época sólo se pescaba con nylon, y no con multifilamento, que casi no tiene elasticidad), por lo que lo que nosotros estamos percibiendo con el pique es algo que ya pasó, a lo cual siempre vamos a reaccionar tarde. Y si viene el pez en nuestra línea es algo qué depende mucho más del mismo pez y del filo y tamaño de nuestro anzuelo, y nada influye la reacción del tirón en el sentido contrario que realizamos naturalmente con la caña. Sea de un modo u otro aún tengo la sensación de haber perdido más de una captura por no reaccionar a tiempo.