La pesca desde las rocas
En Chile existen miles de lugares desde donde se puede comenzar a pescar con una de las técnicas más antiguas que existen para esta actividad. Muchos kilómetros de playa con buenos accesos donde poder retirarse del ajetreo y ruido de la playa.
Cuando era pequeño, esperaba con impaciencia el momento en que después de haberme mojado un poco, y comido uno que otro huevo con arena, veía a mi abuelo partir caminando sólo hacia un costado de la playa donde se encontraban los roqueríos.
El equipo que utilizaba mi abuelo era una catalina de madera donde enrollaba el nylon, un plomo grande, anzuelo y carnada de algún marisco obtenida de las mismas rocas. A pesar que han transcurrido más de 30 años de estas primeras experiencias, en grandes términos la pesca desde las rocas no ha variado significativamente. Se puede lanzar a no muchos metros alguna carnada como jibia o almeja (antiguamente se utilizaba mucho la macha, pero actualmente es muy escasa, y si se encuentra es a un alto precio.)
El lanzamiento no debe ser muy lejano: las jeriguillas, viejas, toritos, el rollizo, entre otros deliciosos peces de rocas que se encuentran en Chile, están muy próximos al lugar desde donde estas lanzando. En mi opinión, erróneamente, muchos pescadores al pescar desde las rocas utilizan equipos grandes y con líneas gruesas y pesadas con grandes plomos para poder mover esas líneas. Es absolutamente innecesario, y se puede hacer con un equipo liviano y una línea que pueda cubrir aproximadamente hasta 10 kilos, más chicote. Así también podremos responder cuando el pez coma nuestra carnada y se refugie entre las piedras. En los roqueríos se pueden realizar capturas durante todo el día, y mejora algo más la actividad de los peces con las mareas ascendentes, especialmente si coincide con la amanecida o con el atardecer. Mucho cuidado con pescar con la marea alta, a menos que se encuentren pescando desde un punto muy alto y se encuentren a buen resguardo donde no los pueda sorprender una ola.
Es muy grato sentir, en un mundo de pesca deportiva donde en cada semana aparecen nuevos aparejos, señuelos y técnicas, que podemos realizar esta actividad simplemente dejando caer un anzuelo encarnado a algunos metros, contemplando con paciencia y con silencio, como hace más de 30 años me recomendaba mi abuelo, para “no espantar a los peces”.
Equipado con una caña de una altura máxima de 2.4 o 2.7, con capacidad hasta 15kg, y con un carrete de tamaño serie 2000 a 3000, estaremos absolutamente cubiertos para la mayoría de las situaciones que las rocas nos puedan brindar.